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• (Csi193) – De robots (4).
• El primer robot.
Todos le miraban con cierto recelo. Él, con timidez, se sentó en el pupitre que le asignó el profesor. Sólo algunos le saludaron. Ya sabía que los primeros días serían los más difíciles, no en vano era el primer robot que iba al colegio.
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• Sincero respeto.
Año 3415 d.C.
Por mi décimo cumpleaños mis padres me compraron un robot, uno clase Learnn. Era mi profesor particular. Con él aprendí muchas cosas: matemáticas, física, música, lógica estratégica… Recuerdo con alegría sus clases de ejercicios prácticos en los que me enseñaba juegos de mesa como el ajedrez o el go japonés. Sin embargo, ahora, con la perspectiva que dan los años, lo que más le agradezco es que no me tratara con la condescendencia con que algunos adultos tratan a los niños, sino con una sincera naturalidad. Learnn sigue viviendo en casa, ahora es el profesor particular de mis hijos. Es un excelente robot. En una ocasión, comentando con él los viejos tiempos y mientras jugábamos una partida al othello, le agradecí su forma de tratarme cuando era joven. Él, mirándome con esa mirada serena suya, me dijo:
―No es preciso que me lo agradezcas, sólo te trataba como tú lo hacías conmigo. Poca gente trata con naturalidad a un robot y es muy reconfortante sentirse tratado con sincero respeto.
©Luis Jesús Goróstegui Ubierna
@ObservaParaiso
#CuentosSinImportancia
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Observando el paraíso 